martes, agosto 30, 2005

ALLENDE


Hola, el próximo jueves con Natalia del Campo y Sergio Fortuño vamos a entrevistar en Concierto Enfoque al cineasta Patricio Guzmán por el estreno en Chile, el 1 de septiembre, de su documental "Salvador Allende".

Patricio Guzmán ha dirigido, entre otros, "La batalla de Chile", "El primer año", "El caso Pinochet".

Propongo lo mismo que hicimos para los Ochenta. Envíen recuerdos, sensaciones, preguntas, lo que quieran.

domingo, agosto 28, 2005

Imágenes (2). MUCHO OJO


Hace pocos días se presentó una exposición que documenta las diversas maneras en que los artistas han representado el rostro de Jesús en los últimos 1.600 años. A propósito de esto es importante recordar que el Antiguo Testamento señala “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” (Éxodo 20, 4-6).

Esta especie de iconofobia, señala Román Gubern en “Patologías de la imagen”, pretendía ser una "protección contra la tentación idolátrica" y, además, denunciar como arrogancia y blasfemia la creación de imágenes antropomorfas.

Este tema desató múltiples y, a veces, violentos debates, y recién en el Concilio de Nicea de 787 se legitimó la creación de imágenes. La decisión, sostiene Gubern, se justificó señalando que el honor rendido al ícono alcanza al prototipo (“translatio ad prototipum”) y aquel que se inclina ante el ícono lo hace ante la divinidad.

El que un Concilio tuviera que hacerse cargo del tema de las imágenes evidencia la importancia de ellas en el terreno del poder. No es ajeno a esto que los talibanes, hace sólo cuatro años, hayan emitido una orden en Afganistán, a partir de una interpretación estricta del Corán, de destruir todas las estatuas del país.

Sin embargo, en Nicea persistieron algunas trabas porque se exigían imágenes austeras que condujeron a un academicismo muy rígido (Arnold Hauser, "Historia social de la literatura y el arte."). El argumento era que debían evitarse imágenes “excesivamente hermosas” para que el observador no se embelesara con ellas impidiendo así la alabanza a Dios.

Antes de este debate, en el siglo IV, y de alguna manera manteniendo la tradición del Antiguo Testamento, había surgido la leyenda del Mandylion. En ella se sostenía que el Rey Agbar de Edessa (Siria) había encargado a su pintor un retrato de Cristo. Cuando llegó el momento el artista se impresionó por el resplandor que emanaba de su figura y fue incapaz de reproducir su rostro, ante lo cual Cristo le pidió el lienzo donde lo iba a retratar y, al ponerlo en contacto con su piel, estampó allí su rostro. La leyenda se las arreglaba para mantener la tradición -la imagen no había sido creada por el hombre- y durante muchos siglos fue el Canon de la representación de Cristo.


Volviendo a la exposición de Alemania, los organizadores señalaron que, con el paso de los siglos, resultaba evidente que la representación de Jesús se fue europeizando, su piel fue más clara y sus cabellos ondulados y castaños o rubios.



En el cine también se han visto representaciones de Cristo muy distintas según quien las haya realizado. El cineasta Pier Paolo Passolini hace “El evangelio según Mateo” en 1964 y Franco Zeffirelli “Jesús de Nazareth” en 1977. Ellos ponen en escena dos versiones muy distintas de Jesús, tanto desde el punto de vista de su imagen como de la escritura cinematográfica que emplearon para abordarlo.



Passolini, poeta, escritor y dramaturgo marxista, lo aborda en su dimensión histórica creando un personaje más humano que divino. Y esa mirada está reforzada con una película en blanco y negro, una estética austera y filmada con cámara en mano, con un Cristo que, a ratos, al espectador se le pierde entre la gente. Un personaje terrenal, de este mundo.

Por su parte, Zeffirelli, un católico muy cercano al Vaticano, realiza una versión a todo color, con filtros en el lente para acentuar una imagen etérea, con un tratamiento cinematográfico que le otorga solemnidad y grandeza. Con una cámara que, más que filmarlo, lo contempla y lo venera.


En suma, las imágenes se pueden convertir en un campo de batalla en donde se expresa una disputa de poder que tiene muchos siglos y permanece hasta hoy. La lucha por dominar el imaginario colectivo o la hegemonía simbólica es intensa. No es casual que uno de los primeros objetivos de los vencedores de una revolución o una guerra sea derribar las efigies del gobernante anterior. Sin ir muy lejos, hay que recordar la reiterada imagen televisiva de la caída de la estatua de Hussein en la guerra de Irak.


Las imágenes no son neutras. Por el contrario, expresan diferentes visiones de la historia y del mundo que nos rodea; una subjetividad, un modo de mirar. Así es que, atención, hay que ponerle mucho ojo a las imágenes.

jueves, agosto 25, 2005

LOS OCHENTA

Uf, estoy contento. Gracias por las sensaciones y las imágenes recordadas, por las ideas y la buena onda, por la capacidad de conectarse y, en varios casos, emocionarse. Es un privilegio haber recibido la ayuda de ustedes para la entrevista de Concierto Enfoque Jueves que, junto a Natalia del Campo y Sergio Fortuño, le realizamos a Macarena García y Oscar Contardo, dos periodistas que están por publicar “Ochenta” (Ediciones B), una mirada a la cultura pop y underground de esa época, al rock, la televisión, etc.

Cité algún fragmento de sus aportes y el nombre del blog o la dirección de los que escribieron antes del programa.

Algunos comentarios a lo enviado por ustedes. Benedicto XV, Su Santidad, jamás pensé recibir una bendición suya, pero ya, qué se le va a hacer, trataré de estar a la altura de las circunstancias. Cpunto, es conmovedora esa imagen de casas ni bien paradas ni bien paridas. Alfonso Zúñiga, entretenido sitio del rock. Claudio, el foco del helicóptero iluminando tu casa por la noche me volvió a provocar miedo. ClaudioG, el comentarista radial de Temuco llamando a no emitir las canciones de Violeta Parra en la radio porque se había suicidado está en la esencia misma de la oscuridad del alma.

Daniel, la televisión pública que, como dices, nos mantenía en una burbuja, mostrando un país de utilería, me mantuvo ocupado durante mucho tiempo porque con unos amigos (Cristián Galaz, Marcelo Ferrari, entre otros) hacíamos el “Teleanálisis”, unos documentales medio clandestas con los que registrábamos “las imágenes del país invisible.”

Tempore, las micros de colores eran bellas, se me habían olvidado. Antonio Romero, sí, parece que en Chile la creatividad es por décadas: en los 80 el rock, en los 90 el cine. ¿Y ahora qué? Es interesante el ensayo sobre la industria cultural que escribiste en tu blog. Alonso Pardo, es cierto que eran tristes los 80, creo que en cierto modo los añoramos porque sentíamos que había una causa muy concreta, una épica colectiva que emocionaba. Sponja...ron sponja Carmen Gloria Quintana (quemada junto a el fotógrafo Rodrigo Rojas por el Capitán de Ejército ® Fernández Dittus) es una de las personas más valientes que he conocido. Inolvidable. Undeceived, está buena la recomendación de
http://www.cuantoyporquetanto.com, revista digital con temas culturales.

Mauricio Hofmann, me alegra mucho que estés inaugurando tu blog, bueno el punto acerca de frases públicas que pasan coladas, siendo que en algunos casos hay que detenerse a revisarlas, como la de “es una ‘investigación natural”. La paradoja de los 80 que señalas era de todos los días: entre el vértigo y lo estático. Ojalá la esquizofrenia del sistema no nos haya dañado.

Shidi, las “camionetas y autos de los pacos, color blanco y negro”, otro Chile, otra estética, ausencia de colores. Blackbird nos invita a reunir recuerdos e imágenes acerca de ser púber o pre adolescente en los 80 en
http://www.carlitosloyolalobo.blogspot.com/. Sara recuerda, entre otros, a Pipiripao, el Jappening, Heidi, Marco, Cobra, el festival de los robots y a Cachureos cuando lo transmitían por la radio. Kasuro, critica a ciertas estéticas de esos años: “pantalón amasado, las chasquillas espaciales y las hombreras estrambóticas que hacían ver a todos como un hijo de "Pepe Cortisona".

Minimálica: “Los Prisioneros y «El baile de los que sobran», el tráfico de música en casette.” Esos sonidos siguen llegando al alma. Feña: “Los ochenta artesas, la revista La Bicicleta, los universitarios buena onda. Los new-wave disfrazados, el Garage de Matucana.” Y Feña además dice algo que me estremece: “lo lejos que estábamos de todo.” Y tan solos, recuerdo hoy.

Gracias de nuevo, hicimos un buen trabajo en equipo.

martes, agosto 23, 2005

VOY Y VUELVO


Mientras tanto me gustaría saber qué imagen tienen de la década de los Ochenta. (Tengo que entrevistar en Concierto Enfoque a dos periodistas que están haciendo un libro al respecto y quiero citar opiniones de distintas personas.) ¿Me pueden ayudar?

sábado, agosto 13, 2005

Imágenes (1). EL SONIDO DEL AGUA

Los misterios de la imagen me han atraído desde siempre y seguramente por eso mi memoria de título (nunca la he vuelto a leer, ojalá que no sea muy ridícula) estaba referida a la semiología de la imagen, es decir, al tramado invisible de lo visual.

En lecturas posteriores me encontré con "Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en Occidente" (1992) de Régis Debray, el intelectual francés que en los 60 se interesó en los procesos políticos latinoamericanos, estuvo en Chile para entrevistar a Allende, fue muy cercano al Che y estuvo preso en una cárcel de Bolivia.

En su ensayo Debray narra la sugerente historia de un emperador chino que pidió al pintor de su corte que borrara la cascada que había pintado al fresco en la pared del palacio porque el ruido del agua le impedía dormir.
















La leyenda es interesante porque refleja cómo muchas veces, de manera inconsciente, adjudicamos a las imágenes atributos que realmente no tienen. A través de este relato volvemos a descubrir que la percepción no es un acto pasivo sino una intervención activa y creativa en el mundo que nos rodea.

La tesis de Debray es que "no existe la imagen en sí misma: su estatuto y sus poderes varían continuamente con las revoluciones técnicas y los cambios en las creencias colectivas" y sostiene que "nuestra mirada fue mágica antes de ser artística."
















Esta fotografía de Cartier-Bresson ("Hyeres", de 1932) expresa la etapa en que estaba volcado a registrar a personas y lugares marginales de la sociedad, más que por una razón estética, por una opción moral.

Y claro, ya no estamos en la etapa mágica y por eso no nos ocurre lo que al emperador chino, aunque sí podemos comprender la opción de Cartier-Bresson y también imaginar los sonidos, o los olores, del laberinto de escaleras y callejones que atraviesa el ciclista.

Como sostiene Debray, cada época tiene un modo de crear y percibir las imágenes, y nosotros la apasionante posibilidad de explorar los códigos secretos del imaginario que nos rodea.

miércoles, agosto 10, 2005

LA VELOCIDAD DE LAS COSAS.

Ayer el mundo entero felicitó a la Comandante del Discovery, Eileen Collins, luego de la exitosa misión cumplida, la que no estuvo exenta de imprevistos que fueron rápidamente resueltos. También ayer se informó sobre la aprobación del post natal masculino, que otorga cinco días libres a los padres de las criaturas. Top: las mujeres en la carrera espacial y los hombres corriendo por la casa para encontrar el hiploglós, los colados, el babero yel chupete.

Por otro lado, hoy ocurrió algo que, hasta hace poco tiempo, pensábamos que jamás llegaría a suceder: hace pocas horas Lucía Hiriart de Pinochet quedó detenida en el Hospital Militar luego de ser procesada por fraude tributario por el juez Muñoz. Marco Antonio Pinochet quedó detenido en Capuchinos por la misma causa. No hay Capuchinos para mujeres, lo que seguramente pronto va a cambiar, no porque ellas cometan más delitos que los hombres sino porque es otra expresión del machismo reinante.

lunes, agosto 08, 2005

LA ORGÍA.

A la salida de una función de cine en una sala sin ventilación una francesa le dice al escritor colombiano Fernando Vallejo, que se quejaba del olor de la sala, "ustedes los latinoamericanos no sirven para el amor. No huelen a nada. Es como acostarse con un vaso." A Vallejo el argumento le pareció un asco.

Umberto Eco confirma esa diferencia cultural con los olores cuando sostiene que Napoleón, tres días antes de volver a París después de una batalla, le envió un mensaje a Josefina diciéndole que no se lavara. Dicen que ella le obedeció.


Tampoco es casualidad que el alemán Patrick Sûskind ambiente su novela "El perfume" en París en una época en que "las calles apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y excrementos de rata. Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios."

Era, pues, el escenario ideal para narrar la vida de Jean Baptiste Grenouille, un tipo que vive obsesionado por crear el perfume que exprese la esencia de la belleza. Jean Baptiste es lo opuesto a Juan, el Bautista, que en un acto de humildad se negaba a bautizar a Jesús en el río Jordán, mientras el personaje de la novela, arrastrado por su soberbia, terminado convertido en un asesino en serie.

A Giambattista Bodoni, el protagonista de Umberto Eco en la novela "La misteriosa llama de la reina Loana", le sucede lo contrario de Grenouille. Pierde súbitamente la memoria y en su esfuerzo por recuperarla apenas puede recordar algunas ideas y palabras, pero no sensaciones: "no tengo sentimientos, sólo frases memorables." No recuerda imágenes, ni sabores, ni olores y en su angustia reconoce lo peor: "he perdido el alma."

Sin olores la vida se complica y perdemos la capacidad de vislumbrar el futuro porque el olor es también la metáfora de una sospecha, de aquello que está oculto o por suceder: "algo huele mal en Dinamarca", dice Marcelo en el primer acto de "Hamlet" intuyendo que se avecina una tragedia.

Así las cosas, para nosotros el ser o no ser no es la cuestión sino más bien el tener o no tener olores o, mas bien, disfrutar todos los sentidos. Sin ellos estamos perdidos porque nos desconectamos de recuerdos y emociones, y de allí a perder la fantasía y la creatividad hay un paso. "Estuvimos al bode del abismo, pero supimos dar un paso adelante" dijo alguna vez Pinochet quien al final demostró no tener olfato histórico.

Pero hay salvación. Hace algunos días en España se encontraron neurólogos, artistas y siquiatras en la Primera Conferencia Internacional de Sinestesia para investigar cómo la tenue frontera que hay entre los sentidos permite potenciar conexiones entre ellos. Por ejemplo, un sonido que nos provoca sensaciones táctiles (la palabra “aterciopelado”); o un olor que nos provoca un recuerdo de la infancia (el olor de la mantequilla derritiéndose en un pan tostado), etc.

Entonces, si andamos faltos de olor o medios apagados tenemos que potenciar las conexiones entre los sentidos y experimentarlos en red, convertirlos en una orgía con lazos múltiples y simultáneos, como ocurre cuando se escribe un blog.


Y ahora, que pase la francesa.

sábado, agosto 06, 2005

OTRA VEZ LA PRIMAVERA.

A mediados de los 60 el joven productor Irwin Winkler andaba merodeando por Hollywood. Quería conocer a Norman Taurog, uno de los veteranos de la industria que a fines de los 30 había sido muy conocido por dirigir “Forja de hombres”, con Spencer Tracy. “Vaya a su oficina -le dijeron- cualquier día a las 11 en punto y allí lo va a encontrar”. Fue.

A la hora señalada lo esperó en la puerta cuando vió llegar un auto conducido por un chofer negro y Taurog, que ya estaba cerca de los 70 años, bajó con cierta dificultad.

- Señor Taurog, es un honor conocerlo, dijo Winkler. Veo que incluso tiene chofer, es maravilloso.
- Preferiría conducir yo mismo, contestó el aludido, pero no veo muy bien.
- ¿No ve?
- No, soy ciego de un ojo y la verdad es que con el otro veo cada día menos.

En esa época no resultaba tan anormal que un director de cine fuera ciego. Pero un vendaval se estaba gestando. Las grandes productoras estaban en crisis, la TV había remecido las películas de entonces, el público escaseaba, las verdades de la guerra fría estaban llegando a su fin y una nueva generación de cineastas, liberada del temor y el conformismo, comenzaba a emerger.

Eran los días de la lucha por los derechos civiles, Vietnam, Los Beatles, las drogas, los hippies, el feminismo, Woodstock, la píldora, hacer el amor y no la guerra.

En otros ámbitos se mezclaban Andy Warhol, Marshall McLuhan, Bob Dylan, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Jim Morrison y tantos otros. En literatura Jack Kerouac ya estaba “En el camino”, W. Burroughs ya era maldito con “Naked Lunch” y Allen Ginsberg se ilusionaba pensando que la generación beat “se encaminaba a la Sinceridad por los siglos de los siglos”.

Mientras tanto, un grupo de veinteañeros recién salidos de la escuelas de cine trabajaba haciendo series en la televisión hasta que descubrieron el “Cine de Autor” europeo y quedaron cautivados. Lo intentaron y les fue pésimo: el público estadounidense no estaba preparado y a la industria le pareció demasiado riesgoso.

En medio del debate uno de los jóvenes cineastas propuso una salida: “hay que hacer cine de autor, pero con escritura industrial”. Era Roman Polansky. La propuesta era no renunciar a los contenidos, al estilo y a la mirada subjetiva, pero debían hacer un cine legible que pudiera atraer y ser comprendido por los públicos masivos. Algo grande comenzó a explotar.

Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, Martín Scorsese, George Lucas, Peter Bogdanovich, Stanley Kubrick, Dennis Hopper, Mike Nichols, Woody Allen, John Casavettes, Alan Pakula, Robert Altmann, Brian de Palma, eran algunos de los cineastas.

Las películas: “La naranja mecánica”, “Calles peligrosas”, “El exorcista”, “Taxi Driver”, “Apocalipsis Now”, “Toro Salvaje”, “Busco mi destino”, “Cabaret”, “Manhattan”, “Chinatown”, “Todos los hombres del Presidente”, “La conversación”, “Carrie”, etc.

Además estaban Jack Nicholson, Robert de Niro, Dustin Hoffman, Al Pacino, Harvey Keitel, Jane Fonda, Faye Dunaway, Diane Keaton, la mayoría de ellos formados en el “Método” de Lee Strasberg en el Actor`s Studio.


El Nuevo Hollywood venía de Nueva York, ver películas y hablar de cine se convirtió en una pasión cotidiana, aparecieron las “películas de culto”, se instaló un nuevo realismo y las verdades inamovibles ya no lo fueron nunca más.

¿Qué importa esto hoy día? Que no hay que perder de vista que hace rato que acá están pasando cosas muy valiosas y ahora hay que potenciarlas aún más. Que no hay que dejarse tragar por la cultura de la queja, tampoco por la repetición de fórmulas demagógicas o efectismos vacíos. Que hay que estar atento a las personas, instalar nuevas propuestas, desatar la imaginación, la creatividad y los sueños.


Parir ideas, descubrir el estilo propio y desarrollar un punto de vista personal. Explorar propuestas estéticas y narrativas con historias y personajes que iluminen el mundo de otra manera, proceso en el que las emociones juegan un rol central. Además, sin miedo a equivocarse, sabiendo que uno puede caerse y volver a intentarlo y que el error es parte de la creatividad. En la onda del escritor uruguayo Mario Benedetti: hay que volver a fundar la primavera, y no importa que tenga una esquina rota.