viernes, octubre 03, 2008

Valdivia, la ciudad del cine

+ jueves 9 de octubre. El final.
+ viernes 3 de octubre. Radiografía emocional de los chilenos.
+ sabado 4 de octubre. Las imágenes invisibles.
+ lunes 6 de octubre. "El cielo, la tierra y la lluvia."
+ martes 7 de octubre. Procesos creativos.

Al inicio, el final, para que nadie se imagine que esto termina bien. Jueves 9 de octubre.

El Festival comenzó bien y terminó mejor. "Aquel querido mes de agosto" (Portugal), de Miguel Gomes recibió el premio al mejor largo y también el premio de la crítica. En la categoría Work in Progress ganó "Tiempos malos" de Cristián Sánchez y el Premio TVN, que se otorga a la película chilena más votada por el público, un pasaje al Festival de Tolouse, en Francia, fue para "El regalo" de Cristián Galaz. Todo tipo de secciones y paises, retrospectiva de cinco películas de Raúl Ruiz, etc. Todo bien.

Pero en los festivales de cine los problemas comienzan al día siguiente. Todo ha terminado, el hotel donde estaban los invitados luce semi muerto, la sala de prensa, plagada de conversaciones cinéfilas y de los sonidos del tecleo ahora está total y absolutamente silenciosa. Fría.

Una bruma que parece venir del río Calle Calle ha comenzado a penetrar a los recintos que hasta hace pocas horas eran bulliciosos y divertidos. De pronto, comienzan a deambular por los espacios vacíos los personajes de distintas películas que parecen levitar a pocos centímetros del suelo. Se encuentran, conversan, se invitan a visitar las escenas favoritas de cada uno.

- Bonita tu escena, me gustó mucho.
- Siempre me ha parecido un poco larga, quizá algo aburrida.
- Pero no te preocupes, en tu escena se duerme bien. ¿Quieres ir a la mía?

... y así se lo pasan largas horas. Mientras tanto, yo he continuado recorriendo este vacío brumoso que poco a poco comienzo a encontrarlo bastante parecido al hotel de "El resplandor", de Kubrick, pero me encuentro con Nicholson, es decir, con Jack Torrance, y me dice, no, que este es mejor, el otro era insoportable, por algo me volví loco, dice mirándome fijo.... yo evito discutir con él y me dirijo hacia mi habitación que, aunque ustedes no lo crean, tiene el número 237, recorro los pasillos perfectamente alfombrados, están vacíos, a lo lejos me parece divisar a las mellizas, ¡redrum!, lo que pasa es cuando vemos mucho cine nos volvemos locos y ahí viene el resplandor y nos atrapa, ¡redrum!, ¡redrum!, ¡redrum!.... Esto tiene que ser el final, no puede ser de otra manera... Y entonces me acuerdo del inicio.

Radiografía emocional de los chilenos. Viernes 3 de octubre.

A lo largo de 15 años el Festival Internacional de Cine de Valdivia se ha ido convirtiendo en uno de los eventos culturales más importantes del sur de Chile. Durante estos días, además de ver cuanta película pueda, voy a realizar una serie de entrevistas para la TV local e Internet a directores, actores y actrices.

Pero esta historia comienza un día antes en Santiago con el pre estreno de "Secretos", dirigida por Valeria Sarmiento, basada en una idea suya, y con guión de Raúl Ruiz (http://www.youtube.com/user/Suricatochile). El evento comenzó con los especialísimos aplausos de las personas sordomudas que ocupaban una de las salas en que se exhibió la película. Esas agradecidas manos en alto agitándose silenciosamente luego de la presentación de la directora es uno de los momentos más estremecedores que me ha tocado vivir en una sala de cine. Por algunos instantes tuve la sensación de que el cine no estaba en la pantalla sino en la realidad, en las butacas, en esas manos entusiastas que revoloteaban en el aire.

"Secretos" comienza cuando "El traidor" vuelve a Chile a revelar las verdaderas circunstancias del asesinato de "La voz del Pueblo". A través de breves historias que remiten al mundo de la izquierda chilena de los años setenta, ahora transformada hasta el grado de convertirse en algo casi irreconocible, comienza a aparecer eso que a menudo los chilenos reconocemos como "lo chileno".

Virtudes públicas, vicios privados; el imperio de las apariencias en todas sus variantes: escritores que no escriben, cineastas que no filman, poetas que no son; padres falsos, estudiantes universitarias con doble vida, políticos con vida triple; generales envueltos en crímenes paradojales; relaciones afectivas cínicas y castradas que me hicieron recordar una frase del protagonista de la novela "Al sur de la frontera, al oeste del sol", de Haruki Murakami: "Desde el principio, le estaba negada la posibilidad de cosas como el amor, el sentimiento de culpa o el futuro."

El relato va construyendo esta loca geografía emocional abordando, desde la ironía y la ternura con los personajes, el rasgo sinverguenza e inofensivo, pero igualmente patético, de los chilenos. Menos mal que es así, porque de otro modo sería para terminar llorando. Se estrena el próximo jueves 9 de octubre, no se la pierdan.

Las imágenes invisibles. Sabado 4 de octubre.

Con el estreno mundial de "La maleta", la película que Raúl Ruiz dirigió en 1963 y que estuvo desaparecida durante 45 años (sí, cuarenta y cinco años) se inaguguró el festival. Dicen que la cinta apareció casualmente en el invierno de este año en una bodega y estoy seguro, o casi, que soñé, ¿o pensé?, ¿o inventé?, esta conversación con Ruiz:

- Pero Raúl, ¿cómo se te pudo llegar a perder una de tus primeras películas?
- No se pu' Góngora, me dediqué a hacer otras cosas, "Tres tristes tigres", "Palomita blanca", entre otras, después vino el Golpe y me fui a Francia. Yo hago películas pero no me dedico a cuidarlas.
- ¿Y cómo apareció?
- Porque un chileno hizo el trabajo bien hecho, lo que no siempre ocurre en este país.
- ¿Cómo es eso?
- Un señor entró a limpiar una bodega y la encontró, lo que significa que antes, a lo largo de 45 años, nadie había hecho bien el trabajo.
- Raúl, eso da para otra película.
- Podría ser, ahí vemos, o vamos viendo, o quizá, o a lo mejor, como se dice en Chile.

El caso no es menor porque ya "Palomita blanca" había desaparecido en 1973 luego del Golpe y vino a aparecer recién en 1990, cuando se recuperó la democracia, lo que es un símbolo de lo ocurrido en Chile. Las películas perdidas, las historias desaparecidas, las imágenes invisibles puede ser un buen tema para retratar a este país.

"La maleta", un cortometraje de 19 minutos realizado por Ruiz a los 22 años ya contiene las claves de lo que sería su filmografía: el absurdo cotidiano, la soledad, el tema del doble, una cierta manera de filmar.

Es la historia de un hombre que se pasea por la ciudad con una maleta. En su interior, hay otro hombre, mucho más pequeño. Cuando el que lleva la maleta se cansa, se detiene, se instala dentro de la maleta y el otro toma el relevo.

Ver "La maleta" fue emocionante, permitió encontrarse con el joven Ruiz que, en realidad, no es distinto del actual.

Hoy realizé el primer capítulo de "Fuera de cuadro", una serie de programas de entrevistas que hago para el Festival y que será emitido en el canal local ATV y por internet.

Mis invitados fueron los actores de "Tony Manero", la película de Pablo Larraín. Conversé con Alfredo Castro (premio al mejor actor en Tokyo por este trabajo, además de las excelentes críticas que obtuvo en Cannes), con Amparo Noguera y con Marcelo Alonso.

Uno de los aspectos más interesantes de la conversación giró en torno a la construcción de los personajes, a algo que no tiene que ver con "actuar", sino con una cierta manera de "estar" en una escena, de otorgarle una cierta textura al personaje. Amparo la describió como la pérdida del miedo, la capacidad de entregarse a un flujo de sentimientos y sensaciones, lo que, sin duda, le otorga una gran autenticidad al trabajo actoral, aunque vaya acompañado de un cierto vértigo, una desnudez y, por eso mismo, de una alto grado de vulnerabilidad.

Y, a propósito de esto mismo, Alfredo y Marcelo relataron la metodología de trabajo aplicada por Pablo Larraín cuando se repetía una escena. La repetición no era exactamente igual sino que era una oportunidad para explorar otro modo de hacerla, lo que muchas veces implicaba, para los actores, una reestructuración mental sobre la marcha, lo que no es fácil, o una deconstrucción de los elementos de la escena.

Gran tema. Disfruté mucho una entrevista larga, sin apuro, pero con una cierta estructura dramática y con cambios de ritmos y tonos en la conversación. Además, no "actuábamos" la entrevista sino que "estábamos" en ella.

"El cielo, la tierra y la lluvia". Lunes 5 de octubre.

Después de ver la película de José Luis Torres Leiva quedé conmovido. Es una apuesta radical, muy personal, que instala la realidad en la pantalla no para narrarla a su antojo sino para que el espectador, si se atreve, la contemple y viva el relato construyendo su propia trama emocional.

Esto no es para personas que necesitan que el director les diga todo con efectos visuales, música estridente, montaje al uso y supuestos virtuosismos que vienen realizados por directores que no aman al cine sino que adoran ser famosos haciendo películas.

"El cielo...." tiene una poesía que emana desde la maravillosa imperfección de la vida cotidiana, desde cosas que no funcionan, pasando por instantes poéticos inolvidables, hasta el olor a locura y muerte que a veces ronda tenebrosamente.

A estas alturas es notable que un director se atreva a lo más difícil y apueste por la sencillez, narrando de un modo en apariencia tenue pero que va construyendo en silencio un tejido dramático que resulta conmovedor.

Sólo un cineasta que tiene una manera muy particular de mirar la vida, en realidad, de construir una mirada, puede narrar de esa manera.

En la tarde, en el programa de entrevistas "Fuera de cuadro" entrevisté a Torres Leiva y a dos de sus actores, Pablo Krôgh y Angélica Riqueleme, sobre la experiencia de hacer esta película.

Uno de los temas que me interesó fue cómo el cineasta ha abordado el empleo de la música incidental en sus anteriores cintas. Lejos de utilizarla para "empujar" una escena u obligar al espectador a sentir lo que el director quiere que sienta, Torres Leiva opta por el criterio de que la música no refuerze la imagenque ya tiene su propia fuerza, sino que agregue algo que no está, que tenga cuento propio.

Al final, me doy cuenta de que varias de las opciones cinematográficas de Torres Leiva tienen que ver, entre otras cosas, con la libertad del espectador.

Cada día realizo dos programas, de media hora. El primero fue para "Tony Manero" y participaron Alfredo Castro, Amparo Noguera y Marcelo Alonso. Después "199 recetas para ser feliz" con Andrés Waissbluth, Andrea García Huidobro y Pablo Macaya (pobre Pablo, tuvo que ver al lado mío cómo Colo Colo arrasaba con la "U"). El tercero, con "El cielo, la tierra y la lluvia".

Las conversaciones giraron en torno a los argumentos y los grandes temas que abordan las películas, las pasiones originales y los miedos, los secretos del oficio y las inevitables exploraciones personales que acompañan a cada trabajo. O sea, la vida misma.

Procesos creativos. Martes 6 de octubre.

En el programa "Fuera de cuadro" de ayer entrevisto a Matías Bize y a Sebastián Lelio. El primer tema es cómo las películas anteriores influyen, para bien o para mal, en la próxima. Matías ("Sabado", "En la cama" y "Lo bueno de llorar") sostiene que lo que le resulta más natural es hacer siempre una opera prima. Esta postura es interesante porque, en cierto modo, le permite comenzar "limpio" cada proyecto abordándolo sin condicionamientos de sus películas anteriores.

En una conversación de hace un par de semanas Andrés Wood me señalaba que luego de los muy buenos resultados de "Machuca" su opción no era "superar" a esta película sino sentirse libre realizando una completamente distinta. "La buena vida" es fruto de aquello y en ese sentido apuesta siempre, como Bize, por una cierta opera prima.

Sebastián Lelio ("La sagrada familia"), en cambio, asume que cada película es nueva pero valora la experiencia y el aporte de la anterior.

Para Bize, que ahora escribe el guión de "La vida de los peces" cada película surge de la sensación de lo sentido en un instante que luego se transforma en una historia. Lelio, que está montando "Navidad", siente que los proyectos nuevos vienen de un conjunto de retazos: pequeñas historias, ideas, temas, sensaciones, algo que no alcanzó a desarrollar en plenitud en la película anterior, etc.

Tanto en "Cine Video", durante 13 años, como en "Perdidos en la noche", "Coyote" y "Hora 25" he tratado de abordar las claves de los procesos creativos de cineastas, guionistas, dramaturgos, directores de teatro, escritores, actores, etc. Me gusta explorar la trama invisible de la creación porque allí está la huella indeleble de los creadores y el reflejo de un instante, del contexto, del país, de algún proceso o tendencia que estaba flotando en el aire cuando la obra se creó.

Bize y Lelio me dicen que adhieren categóricamente a lo que alguna vez les dijo Carlos Flores, fundador y profesor en la Escuela de Cine de Chile, respecto de las tácticas para abordar el rodaje y el montaje. Para lo primero, ataque y irreflexivo; para lo segundo, retroceso metódico.

Tengo la sensación, y esto lo converso siempre con los diversos equipos con los cuales realizo programas de televisión, que el proceso tiene dos amores y no hay que equivocarse: primero hay que enamorarse de la grabación y del material que allí se recoge. Pero después hay que enamorarse del relato, lo cual muchas veces implica dispararle un balazo a horas y horas de material que en algún momento nos fascinaron. Los que no se enamoran del relato van a contar mal la historia.

6 comentarios:

L Mery dijo...

Debe haber sido un aplauso emocionante!!! A mí generalmente los aplausos me dan ganas de llorar, no sé porqué, con uno así, seguro que termino en más que "ganas".
Me entusiasmaste con "Secretos" (como me entusiasma todo lo ligable a Murakami); es verdad que en ese libro hay harto de apariencia v/s mundo real (te fijaste en la cancion de Shimamoto y Hajime, esa "pretend you are happy when you are blue it isn´t very hard to do"... esta buena, sobre todo para este mundo que a ratos esta tan lleno de "pretenders").
No me alargo más, solo digo que mejor dejar los "posteos" para la vuelta, que más vale dedicar el tiempo a respirar ese aire rico, caminar por esas calles lindas de Valdivia, ver las pelis, sacarle el jugo a las entrevistas y saludar a ese señor, ¿cómo es que se llama? ah, Mr. Kunstamann, jaja.
Ya, saludos para los cisnes y lobos de mar y que disfrutes el festivaaaaaaaaaal!

Anónimo dijo...

En honor a la verdad, no es exactamente cierto que "la cinta apareció casualmente en el invierno de este año en una bodega".
"La maleta" es una película que conservó la Cineteca de la Universidad de Chile y en el proyecto de catastro que realizamos en 2005-06 (que no tenía nada de casual), descubrimos de que trataban esos rollos mal rotulados.
Por presupuesto, solo recién este año se pudo proceder sobre ellos, y es gracias al Festival que financió este proceso es que se pudo rescatar la película integramente, pero creo que es importante mencionar el rol de preservación que efectúa nuestro archivo, y que el propio Ruiz hace notar.
Hoy somos nosotros quienes continuamos a cargo del resguardo de esta pieza cinematográfica.
Saludos!

Augusto Gongora dijo...

Gracias por la aclaración, me alegro que la U de Chile esté preocupada por un trabajo que es muy importante.

Dicho esto, la versión que publico tiene un encanto al cual no puedo renunciar, pero lo asumo en el terreno narrativo y no documental.

Zoltan Karpathy dijo...

Gran registro, Augusto, gracias por tu dedicación y amor por el cine y la comunicación. Lo he guardado para mi síntesis semanal, dejando afuera solamente esa ingrata alusión a lo que en Chile se sigue llamando futbol "profesional", por la simple razón que no tiene nada que ver con el hermoso material que nos entregas, y porque no puedo evitar - es un cierto reflejo condicionado - que el nombre "Colo Colo" me recuerde a ese personaje detestable llamado Augusto Pinochet.

Augusto Gongora dijo...

pero cómo, si el fútbol, el cine, los libros y la vida son parte de lo mismo... Aldo Schiapacasse tiene una excelente colección de películas en las que el fútbol tiene una presencia relevante, creo que va en la nº57... no hace tanto me regalaron un libro mágnífico, "Cine y fútbol", que está re' bueno... y así....

Anónimo dijo...

bien si tiene un guión de Raúl Ruiz entonces si o sí debe ser espectacular.