domingo, octubre 04, 2009

La TV digital y las historias que nunca te quisieron contar

Contemplar por primera vez la pantalla de cine era un rito de iniciación y un momento sagrado. A través de ella comenzabas a enterarte de las historias del mundo real, esas que tus padres no te contaban precisamente por ser historias del mundo real, pero que el cine te las narraba en una pantalla gigante y, por si fuera poco, en medio de una sugerente oscuridad.

A causa de esto en alguna época, en Estados Unidos, además de múltiples formas de censura, no faltó quien propusiera que las funciones de cine se realizaran con la luz prendida porque, decían, la oscuridad incita al pecado y en Chile, una cierta “Liga de la decencia”, llegó a declarar: “¡Cine, de cualquier especie, maldito seas!”.
Pero todo cambió y aquello exquisitamente sagrado y a la vez pecaminoso que tenía el cine se fue diluyendo, primero con el mastique desaforado en las salas y ahora con la posibilidad, que no está mal, de andar con la pantalla en el bolsillo. El resultado es que las historias que nunca te quisieron contar ahora las puedes ver en todos los sitios imaginables, no los voy a enumerar, y durante cualquier actividad, las que tampoco mencionaré para no inmiscuirme en asuntos íntimos y privados.

“¿Qué efectos tiene esta proliferación de pantallas en nuestra relación con el mundo y los demás?, se preguntan Lipovetsky y Serroy en “La pantalla global”. Y siguen: “¿qué clase de vida cultural y democrática anuncia el triunfo de las imágenes digitalizadas? ¿Qué porvenir aguarda al pensamiento y a la expresión artística?”

No es el primer punto de inflexión, ni mucho menos. Debray, en “Vida y muerte de la imagen” cita diversos momentos: desde los dibujos de color ejecutados en huesos en la sepulturas del Auriñaciense, 30.000 años a.C., pasando por el arte paleolítico y su función mágica 15.000 años a.C., y llegando a la primera imagen industrial en 1839, y luego el cine, la TV analógica y el consumo familiar hasta llegar a la digitalización de las imágenes y el consumo individual.


Pero los cambios no son sólo tecnológicos. Así como la sala de cine a oscuras y con pantalla gigante de alguna manera interrumpe la realidad y nos “aparta” del mundo, el consumo televisivo nos hace estar distraídamente tanto frente a la pantalla como en la realidad, es decir, en ninguna de las dos partes. Lo que a su vez tiene consecuencias porque que ver no es mirar. Una cosa es advertir una imagen y otra muy distinta es la capacidad de leerla integrando un contenido o una emoción.

Además, el vendaval de imágenes, y la glotonería visual correspondiente, genera un flujo de señales efímeras, triviales, olvidables. Entonces, ahora que te van a contar todas las historias que no te quisieron contar quizá tu ojo ya está saturado, exhausto, ya no cree en las imágenes que ve y se ha convertido en un ojo agnóstico.

10 comentarios:

cv dijo...

Ha cambiado harto la cosa, se va perdiendo la magia yo creo con toda esta tecnología al alcance de la mano. Lo del cine, es posible que se mantenga, con mastique o no, igual uno se mete en otra atmósfera, se puede apartar del mundo ya no para enterarse de lo que nadie te cuenta sino que buscando emocionarte. Yo soy optimista, no veo mucha tele y con la llegada de la digital no creo que vea mucho más. Aprovecho la tecnología y no dejo que me arranque mi forma de ver y de vivir. Es difícil, pero se puede.

L Mery dijo...

Parafraseando a Bauman, ojalá esto no derive en una "programación líquida" (aún más líquida debí decir :) y que, por el contrario, se pueda pensar en la mejora de imagen y el aumento de canales, como una oportunidad para ofrecer una mejor tv abierta.

Es que en este minuto, más que ojos saturados, yo creo que son las cabezas y la falta de buenas historias "para ver" (o sea, justo lo que en rigor no se ve) lo que nos acerca más a la sensación de saturación.... lo divertido es que, por algún incomprensible motivo, no logra alejar de la pantalla (aunque sea con horas de zapping de por medio).

Un abrazo!L.

Una felicidad inesperada me visita dijo...

amigo Augusto ayer (lunes 12) estaba viendo un documental del canal nacional creo que se llamaba "Tu historia mi historia 40 años" donde se observa a muchos personajes míticos de la TV criolla... y se notaba una atmosfera tan relajada, tan distinta, con esos programas tan sencillos como "Quien soy yo"... creo que la televisión a partir de ese momento comenzó a despegar y hoy estamos a la velocidad del vuelo, con "pactos" con la popularidad de una sociedad diferente... por lo que creo en lo fundamental de la enseñanza del análisis crítico de los medios de comunicación masiva que se debe dictar en las escuelas pero lamentablemente poca conciencia se hace... los niños y adolescentes deben aprender a "leer" la televisión y sus mensajes… justamente para poder disfrutar de la era digital que se nos viene, discriminar lo bueno de lo no tan bueno… un abrazo desde Calama…

Augusto Gongora dijo...

Lo que me preocupa es que existe una mezcla compleja: menos conectados con la realidad-realidad y más tiempo con las versiones de la realidad. Si a eso se suma que el vendaval visual es abrumador (yo lo disfruto incluso siendo así)y puede provocar un cierta insensibilidad en que ya nada importa tanto.

Cierto, los ojos están saturados porque quizá a las cabezas les falta una utopía.

La de antes era una TV sencilla, semi industrial, o pre industrial, que no tenía la enorme presión de ahora.

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Uno hoy extraña esa televisión de antaño, quizás más pobre en cuanto a recursos pero mucho más humana, y por ende cercana, de los años '70 y '80. Se siente que la fantasia que existía antes, se perdió en la Tv actual.
Saludos

cv dijo...

El otro día estuve mirando unos videos en el sitio de TVN, de Ojo con el Arte con Nemesio Antúnez, y claro me puse nostálgica. Ese programa ahora no lo vería nadie, creo yo. Ahora ¿que vemos en la tele?, perdonando la expresión: tetas y potos, y cahuín, en su mayoría. La gente lo pide y la Tv lo da, ese es el negocio, creo yo. Eso es lo que vende.

Por otro lado, en un día facilmente te puedes hacer unos cuantos "amigos", a través de Facebook, myspace, etc., etc.. Todos quieren deseperadamente ser tus amigos, jaja, esa sí que es una falsa realidad. Da más estatus parede tener la chorrera de amigos.

Creo que frente a lo que es la tv hoy, los medios de comunicación en general, ponerse nostálgico es super entendible, y creo también que hay arreglo a este oscuro panorama. Y ese arreglo está en uno, es cosa de elegir, si encuentro que es frío saludar a un amigo por inernet para su cumpleaños, voy a su casa y le doy el medio abrazo, aprovecho de conversar y ver en qué está su mirada. A lo mejor perdemos más tiempo, pero estamos dándonos la oportunidad, como dices Augusto, de conectarnos con la realidad-realidad. Creo que por ahí va la cosa, yo sigo siendo optimista.

Missbook asg dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Missbook asg dijo...

que hariamos sin la tv?
no soy experta, pero me gusta el cambio. aunque reconosco que la cosa me da algo de susto.
habra que acostumbrarce y hacer que los demas se acostumbren.
eso del exceso de realidad,,, ¿sera tan real como dicen?
veremos mas maquillaje, mas cirugias y mas cosas que nos haran creen que tenemos perfectos en tv,


abrazos

Missbook asg dijo...

ams otra cosa, jj podrias colocar el widget para seguidores. jj,

Camila dijo...

Me gustaría disfrutar de buena televisión y por eso me interesa comprar una grande con buena resolución. Ojala que encuentre buenas ofertas asi luego puedo disfrutar de pasar el tiempo con mis juegos para wii en alta definición