martes, abril 12, 2011

Los dioses no tienen insomnio

Estudios basados en la neurociencia sostienen que las mejores ideas afloran durante el sueño cuando el cerebro se transforma en un poderoso procesador de lo aprendido durante el día. Pero el guionista Paul Schrader, autor la historia de “Taxi driver”, que se acaba de lanzar restaurada, tuvo que darse una vuelta más dura y más larga. Tenía insomnio.



Pasó por un período de severas crisis sentimentales, consumo obsesivo de pornografía, depresión, fantasías de suicidio, vida solitaria y un insomnio pertinaz. No es poco. Pero su interés en el cine refleja su carácter estoico: “Me enamoré del cine cuando era niño porque me lo prohibieron”. Y su opción por las historias es clara: “No tiene que ser precisamente algo grandioso, sino algo que te preocupe.”

En el guión de “Taxi driver” narra la historia de un ex combatiente de Vietnam con problemas de insomnio que experimenta un miedo y un vacío que no es capaz de comprender y que lo va deslizando hacia la locura.

Entre angustias y obsesiones Schrader comenzó a imaginarlo para sacárselo de su cabeza y terminó creando un gran relato que pareciera surgido de un diálogo con Travis Bickle, su personaje: "Are you talking to me?"

El proceso creativo no es secuencial sino caótico, más sucio que pulcro. Se mezclan el dolor, la desesperación, el talento, las ganas, el miedo, las intuiciones. A diferencia de los vampiros, que se desvelan a mediodía, algunas almas viajan por el túnel oscuro de la noche, ese que está lleno de vacíos e insomnios. -

- ¿Por qué quieres ser taxista Bickle?


- No puedo dormir por las noches.


- Para eso están los cines porno.


- Sí, lo sé. Eso ya lo intenté.
-

- ¿A qué te dedicas ahora?
-

- Bueno, me paso la noche dando vueltas…


Schrader explicó que la historia de Travis Bickle tenía el objetivo de recordar a los jóvenes que al ir a la guerra de Vietnam eran despedidos cómo héroes y al volver sólo les esperaba la soledad y el abandono.

Con su insomnio a cuestas Paul Schrader no olvidó y por estos días me acordé de lo que alguna vez me dijo el siquiatra y dramaturgo Marco Antonio de la Parra: "el día es oficialista y en la noche, insomnio incluido, se puede explorar con libertad."

Ya está amaneciendo y al final de esta vigilia me pregunto si en el inicio de la creación los dioses tenían insomnio. Quizá no, porque el guión tiene fallas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un saludo en la mitad de una noche insomniada, bajo una única ampolleta en mitad del "túnel oscuro" (ya no tan oscuro). Me gustó mucho este posteo, eso sí, me parece que "el guión" no tiene fallas, somos los que lo actuamos quienes nos equivocamos a cada rato en las líneas que supuestamente nos tocan y, tal vez, sea mucho mejor así.
Un abrazo!